Sucede
que Veo
que cuando grito
no grito porque te pierdo.
Grito por lo que sacrifico para no perderte: por lo hijos que sacrifico, por mi creatividad.
Grito por la vida que imposibilito para retenerte.
Grito porque soy capaz de sacrificarte con tal de no renunciar a un ideal.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario