martes, 13 de marzo de 2012

Boca que Besa No Canta

No es cierta esta afirmación.

Estoy Besando. Y estoy Cantando.

Es más, no paro de cantar.
El cuerpo me canta tanto que me siento abrumada, desconcertada, y sí, algo asustada... Porque no hago a tiempo de controlar o sistematizar mis emociones...

Soy un Heiser disparando agua y canciones.

Percepciones y sensaciones y sentimientos se manifiestan a cada instante; mi mente ha perdido el poder de filtrarlas, de coartarlas...
Siento miedo, el Heiser se detiene pa' siempre y desespero.

Hasta que de repente vuelve a estallar con aún más Fuerza, desintegrando el miedo y revelandoMe que el para siempre, el congelamiento del tiempo es el miedo y que he naturalizado mi potencial, que he elongado mi flexibilidad. Ya no hace falta que me proponga, que medite, que lleve mi mirada ahí para reconectarMe con Valerie.

Sucede.

El beso me ha convertido en Heiser.
Hellinger dice que "el beso transforma tanto al hombre como a la mujer en seres hermosos" y que "cuando un hombre o una mujer se encuentran con la pareja adecuada, él o ella inmediatamente saben: ahora me encuentro con mi futuro".

Desde que nos besamos me siento reprogramada y lo que sucede a mi alrededor se lee diferente. Me enojo mucho menos y ayudo más sin que sea tan importante a quién... Quien se va descubriendo sobre la marcha y no de antemano.
Desde que nos besamos lo que pasa en mi interior permanece en mi conciencia y muta, es dinámico y se muestra multifacético, como el Aleph. Puedo percibirme más, puedo Sentir más. Puedo Ver.

Y por eso puedo decir, por primera vez en este amado blog, que soy feliz.
Que estoy serena, que me aprendí a acompañar.
Que me siento acompañada, y que estoy aprendiendo a acompañar.