domingo, 7 de octubre de 2007

Podría estar muerta.
Podría suicidarme
y quedar congelada sobre la nieve,
llenándome de escarcha...

Me inundo de desasosiego.

Me pregunto: “¿…querés estar muerta…?”

Sí, quiero estar muerta.

Quiero bajarme
de esta locomotora,
motora loca,
descontrolada,
cabeza descompensada.
¡Basta!
No quiero más.

O no.

Talvéz...
estoy derritiendo el hielo que cubrió mi brazo
el día que decidí no amar más…
Estoy extendiendo mis dedos aterrorizados,
escuchando el aliento que dice:

"No hace falta matar"

Talvéz...
estoy barriendo el letargo de mi cuerpo
sacudiendo...

Encontrando Presencia.
Encontrando Fuerza.
Encontrando Fe.

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